Cada día, nos levantaríamos en la mañana para ir a la playa. Con o sin desayuno, empacamos nuestras maletas por el día y nos quedamos en la arena cuando el sol estaba en el cielo. El primer día, el domingo, desde las nueve hasta las tres, estamos en la playa con nuestras amigas de escuela. Tuvo una quemadura solar muy mala pero la tarde era casi perfecta.
Si tuviera bloque del sol, no me quemaría tan mal.
Si me levantara suficientemente temprano, desayunaría con mis amigos.
Llegamos a la playa demasiado tarde, y no pudimos encontrar los sillones para relajarnos.
El bar estaba muy lejos de nuestro lugar en la playa, y el paseo era muy largo.
Una vista de la playa de nuestro hotel.